El profesor milagroso vuelve a la carga

Entre las cosas relacionadas con el Tartarus, y las facturas, estaba que no llegaba a fin de mes para sobrevivir unos días mas y de paso poder seguir con mi vida de otaku con deberes de superheroe para eliminar a los Shadow, y para ello necesitaba bastante dinero para poder continuar adecuadamente. Sin embargo, tenía algo suficiente para lograr conseguir eso, siendo una página web que hice en su momento, acerca de mi persona y mis enseñanzas como tutor, cuyos resultados se habían convertido en una especie de leyenda urbana que decía que si hacía de tutor a alguien para los examenes, estos sacaban notables tirando a sobresalientes sin muchos problemas, y esta vez había recibido un pedido de ayuda para el fin de semana. Sonreí y pasé a aceptar el trabajo, recibiendo la dirección que era en una calle cercana a Paulownia Mall, por lo que podría pasar a revisar las tiendas si quería después de hacer mi trabajo.

Me dirigí directamente hacia la dirección, con mi portatil preparado ya que tenía un sistema de enseñanza que seguramente llegase a sorprender a mas de uno, y lástima que no pudiera emplearlo en clase por ser considerado poco profesional, pero al menos como tutor personal podía usarlo sin muchos problemas. Llamé a la puerta, pasando a abrirme una adolescente de pelo algo largo de color negro, con una sonrisa y vistiendo ropa de calle. - Pase, tenemos mucho que estudiar si quiero llegar a aprobar química. - Dijo la chica; que segun mis datos se llamaba Kaede. Asentí mientras pasaba directamente a su cuarto, que estaba bastante ordenado, y pasé a colocar mi portatil en su escritorio, encendiéndolo y activando el sistema de enseñanza que había diseñado, especificando la parte de química en el modo de juego. Kaede pasó a enarcar una ceja, extrañada de en vez de empezar por los libros, sacase ese sistema de juego.

- Si quieres aprobar la parte de química, te puedo garantizar de que si juegas a esto hasta que superes el nivel 7, aprobaras con notable. Si superas el nivel 10 ya no tendrás ningún tipo de problemas con los examenes. - Dije sonriendo, indicando que ella pasase a sentarse para que empezase la sesión, pero ella parecía no creer lo que estaba diciendo. - ¿Pero que demonios dices? Tengo que estudiar en serio, no puedo estar con un juego. - Dijo Kaede, empleando un argumento que seguramente a la mayoría les resultase válido, pero ya me sabía apañar con ese tipo de argumentos para poder hacer que siguiese mi método de enseñanza. - Primero pruebalo, y luego ya me dirás si es una pérdida de tiempo o no. - Dije, indicando que se sentase de nuevo y se pusiera a jugar. Ella dió un suspiro, pasando a sentarse y a empezar a jugar. Al principio se mostró excéptica, pero pronto acabó enganchada por estar ante un desafio que le resultaba bastante dificil, pero emocionante ya que iba aprendiendo de igual manera. Ante las cosas que ella no sabía, pasaba a explicárselo con detenimiento, pero tratando de fomentar que ella razonase sus respuestas.

Finalmente, cuando terminó la jornada de tutoramiento personal, ella había alcanzado el nivel 8, pero que claramente ahora podía aprobar fácilmente, si es que ella se dedicaba a repasar todo lo que habíamos hecho hoy, dejándole unas cuantas plantillas de ejercicios que seguramente le parecerían sencillas en comparación con el juego que le había puesto. Pasé a recibir el dinero, y pronto pasé a recibir un mensaje suyo al cabo de los días en el que ella había pasado a aprobar con un notable alto. Estaba claro que mi sistema de enseñanza era útil, a pesar de que no pudiera usarlo en el colegio por los estupidos que consideraban que ese tipo de cosas poco profesionales. Al menos todavía mis sistemas funcionaban a la perfección.